Descripción del video
“El contrato” es un video francés anónimo del año 2003 que presenta una serie de afirmaciones que expresan una crítica a diferentes aspectos de la sociedad contemporánea.
En estas afirmaciones, se acepta y se cuestiona la competencia como base del sistema, reconociendo que genera frustración y enojo en la mayoría de las personas. También se acepta ser humillado o explotado a cambio de tener la capacidad de hacer lo mismo con aquellos en una posición social inferior. Se acepta la exclusión social de los marginados y de los débiles, así como el sistema financiero que remunera a los bancos sin recibir dividendos a cambio.
Además, se acepta la guerra en nombre de la paz y se reconoce la hegemonía del petróleo, a pesar de ser una fuente costosa y contaminante de energía. Se acepta la manipulación de la opinión pública, la Desigualdad de remuneración en diferentes profesiones, la marginación de los ancianos y la visión negativa y aterradora del mundo que se muestra diariamente en los medios de comunicación.
Asimismo, se acepta el consumo de productos perjudiciales, el desecho de alimentos, la explotación de países desfavorecidos, la corrupción política y la destrucción del medio ambiente. Se acepta el consumo desenfrenado en pos del crecimiento económico y la valoración de las personas por la cantidad de dinero que tienen. Finalmente, se acepta esta situación resignadamente, sin cuestionarla y agradeciendo a aquellos que la perpetúan.
“El contrato” plantea una dura crítica a diversos aspectos de la sociedad y a la sociedad misma por no hacer nada al respecto. Invita a reflexionar sobre la aceptación pasiva de estas realidades y la necesidad de buscar cambios urgentes.
“El contrato” es un video francés anónimo del año 2003 que presenta una serie de afirmaciones que expresan una crítica a diferentes aspectos de la sociedad contemporánea.
En estas afirmaciones, se acepta y se cuestiona la competencia como base del sistema, reconociendo que genera frustración y enojo en la mayoría de las personas. También se acepta ser humillado o explotado a cambio de tener la capacidad de hacer lo mismo con aquellos en una posición social inferior. Se acepta la exclusión social de los marginados y de los débiles, así como el sistema financiero que remunera a los bancos sin recibir dividendos a cambio.
Además, se acepta la guerra en nombre de la paz y se reconoce la hegemonía del petróleo, a pesar de ser una fuente costosa y contaminante de energía. Se acepta la manipulación de la opinión pública, la Desigualdad de remuneración en diferentes profesiones, la marginación de los ancianos y la visión negativa y aterradora del mundo que se muestra diariamente en los medios de comunicación.
Asimismo, se acepta el consumo de productos perjudiciales, el desecho de alimentos, la explotación de países desfavorecidos, la corrupción política y la destrucción del medio ambiente. Se acepta el consumo desenfrenado en pos del crecimiento económico y la valoración de las personas por la cantidad de dinero que tienen. Finalmente, se acepta esta situación resignadamente, sin cuestionarla y agradeciendo a aquellos que la perpetúan.
“El contrato” plantea una dura crítica a diversos aspectos de la sociedad y a la sociedad misma por no hacer nada al respecto. Invita a reflexionar sobre la aceptación pasiva de estas realidades y la necesidad de buscar cambios urgentes.
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